sábado, 8 de enero de 2011

Inquietud urbanita y algunos bucles


Amaneció lloviendo, unos 3ºC. Una mañana gris como las muchas del año que se viven aquí.  Allí en el cristal empañado, se posa mi mano, y siente el frio. Los árboles perdieron hace tiempo sus hojas, su glamour... atrás quedó ese fugaz y melancólico otoño, y ya nadie recuerda la primavera. Un día perfecto para quedarse en casa. Anochece pronto y se te quitan las ganas de hacer nada. No, yo no soy así. Un día está bien, pero uno no se puede pasar la vida encerrado.

He decido que es el turno de perderse toda una jornada por Saint Germain-des-Prés. Cada barrio en París es un micromundo y cada uno merece una visita cuidada. Baja a la lavandería, haz la compra, quita la mugre, prepara los exámenes no hay tiempo. ¡Mentira! Claro que lo hay, deja de perderlo con la televisión, surfeando vagamente por la red, frikeando con la vigésima temporada de una de tus siete series preferidas o quejándote del mal tiempo. 

Me entristece que me sorprenda cada día menos encontrar parisinos que apenas conocen su ciudad. Los hay que jamás han pisado Notre Dame, que nunca subieron al Arco del Triunfo (la vista es de las panorámicas más bellas de París y es grauito para los <26),ni visitaron el Louvre,o también están los que se pierden para encontrar la Torre Eiffel (Con esto no quiero decir en absoluto que los parisinos sean nulos en orientación ni en cultura, cuántos madrileños,entiéndase por extensión de La Comunidad de Madrid,se pierden por el centro en cuanto los sacas de la Gran Vía o jamás estuvieron en el Prado si no fue con la excursión de la escuela. Te puedo asegurar lector carísimo que no me llevará mucho tiempo encontrar un puñado de esos).

Seamos sinceros nos gusta la comodidad, y si además hace frío nos envolvemos en la manta con café o chocolate caliente en mano,y en general sin darnos cuenta nos atascamos una y otra vez en el bucle de la rutina.

El turismo de ciudad es faena apasionante pero agotadora. Uno ha de mantenerse con la mente inquieta y las facultades físicas para los largos paseos por callejuelas, avenidas,escaleras, pasillos... Conocer tu ciudad, estar al día de sus cambios,es labor tediosa, pero muy gratificante. Te animo a que salgas a descubrir la tuya.  Y si quieres conocer algunos de los secretos de St Germain- des-Prés, sígueme.

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