El salón del vino o de cómo embriagarse (de aromas y sabores alcohólicos)

 Volvió a caer en mis manos hace algunas semanas una invitación para el salón des vins des Vignerons Independants. Yo, que era abstemia antes de pisar Francia, no puedo negarme a tal placer como es la degustación. Este salón permite que nos reunamos con los mismos productores, que con sus propias palabras te cuentan todos los detalles de su historia, sus vinos, su arte. 

Armados copa en mano esta visita nos brinda la oportunidad de un paseo a través de todas las regiones vinícolas de Francia. El recorrido ofrece tantas variedades como personas.

Los experimentados van con enormes carritos, ciertamente es una buena ocasión para llenar la bodega. Y para los más hambrientos, tienes puestos de bocadillos en cada esquina, eso sí, tentempiés exquisitos, foie, huîtres, chocolat... 

En el mismo salón puedes asistir a un curso de degustación. 

Allí aprendí sobre los diferentes factores del análisis visual (brillo, intensidad, fluidez...), olfativo (familias de aromas: afrutado, floral, vegetal, madera,especias,animal, balsámico, químico...) y gustativo (persistencia aromática corta, media, larga, intensa etc). Toda un verdadera sinfonía para los sentidos. Claro que el novato en el asunto no puede evitar salir un poco mareado. La próxima parada del salón es Niza, del 20 al 22 de mayo, lugar de origen del exquisito Ratatouille. Pero esa es ya otra historia.